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QUÉ PUEDEN APRENDER LAS ARTES MARCIALES TRADICIONALES DE LAS MMA
QUÉ PUEDEN APRENDER LAS ARTES MARCIALES TRADICIONALES DE LAS MMA
Iain Abernethy es actualmente uno de los mayores exponentes a nivel mundial del Karate Aplicado. Su interpretación de los Kata es vista por muchos como poco ortodoxa y alejada de la "verdadera tradición". Sin embargo, Iain insiste en que los antiguos diseñaron los Kata como un patrón de conceptos, a partir de los cuales logra extraer ejercicios y técnicas con aplicación a la defensa personal de hoy. Lo que a simple vista parece innovación, Iain lo atribuye a la tradición. Si tenéis oportunidad echadle un vistazo a sus propuestas de Bunkai.
En este artículo Iain reflexiona sobre cómo algunos sectores de las Artes Marciales Tradicionales se han alejado de sus raíces, mientras que curiosamente un deporte moderno como las MMA mantienen viva la filosofía de la antigüedad. En este sentido, propone ciertos aspectos a emular para que las Artes Marciales Tradicionales se beneficien del enfoque de los deportes de combate.
INTRODUCCIÓN
El auge de las MMA (Artes Marciales Mixtas) es sin duda el suceso más significativo de las artes marciales en las últimas décadas. Han influenciado de manera impactante el sector en general y han conseguido que por primera vez las artes marciales se hayan convertido en un deporte de consumo mainstream.
Desde ciertas perspectivas es ahora usual dividir las artes marciales en dos sectores considerados opuestos entre sí: MMA y TMA (Traditional Martial Arts). Los practicantes más “fundamentalistas” de MMA ven las artes marciales tradicionales como sistemas inefectivos y arcaicos, mientras que los artistas marciales tradicionales más “militantes” ven las MMA como prácticas carentes de disciplina y trasfondo. Personalmente, creo que ambos puntos de vista se equivocan.
Mi visión del asunto es que las dos posiciones tienen mucho más en común de lo que se podría suponer, teniendo mucho que ganar si cada una adoptara los mejores aspectos de la otra.
Asumiendo que la mayoría de los lectores de este artículo son practicantes de artes marciales tradicionales, me gustaría explorar lo que este sector puede aprender de las MMA. También discutiremos algunas cosas desde el otro punto de vista.
Para poner en contexto estas reflexiones, me gustaría dejar claras algunas cosas. Primero: me gustan las MMA. Me gusta ver este deporte, creo que las MMA han hecho mucho por las artes marciales en general, y creo que tiene muchas cualidades que las artes marciales tradicionales harían bien en adoptar. Pero todo sea dicho, las MMA no son para mí.
Todos los practicantes deben encontrar un enfoque en las artes marciales con el que se sientan comprometidos y entusiasmados. Necesitan encontrar un planteamiento que encaje con sus objetivos de entrenamiento y les aporte aquellas habilidades y experiencias que deseen adquirir. Para mí, eso me lo ha dado el arte tradicional del Karate. Es el Karate lo que me fascina y lo que me hace estar siempre preparado para pasar horas, meses y décadas entrenando duro para progresar en lo que hago.
Para otras personas serán las MMA lo que les provoca este impulso, esta resonancia, pero para mí, las MMA no lo logran. Cuando digo que necesito algo que tenga pasado profundo e historia, es una cuestión de gusto personal, no una consideración de valor inherente.
A mí me gusta sentirme parte de una cadena que va desde el pasado olvidado hasta el futuro desconocido. Me gusta el proceso de hurgar en ese denso pasado y ver qué me puede aportar a día de hoy. Las MMA, por muy atractivas que sean, son demasiado “jóvenes” para mí. Aunque puedo entender perfectamente cómo esa “juventud” puede ser el elemento que atraiga a otros.
Así pues, aunque me gustan las MMA, no están hechas para mí. Me considero un practicante de artes marciales tradicionales. Por lo tanto, las reflexiones sobre el valor que las MMA pueden aportan a las artes marciales tradicionales no las escribo desde una posición inherentemente pro-MMA o anti-MMA. Esto es más bien una visión de los hechos sin más, tal y como yo los veo.
La otra cosa que me gustaría aclarar es que soy plenamente consciente que dentro mismo de las MMA y de las artes marciales tradicionales hay un amplio abanico de prácticas y puntos de vista. Mis comentarios y críticas no se dirigen a todos, ni siquiera puede que se aplique a tu práctica. Uso los términos de forma genérica, lo cual en general considero apropiado para la mayoría de practicantes que utulizan estas etiquetas.
Ok, pues allá vamos: ¿qué pueden aprender las artes marciales tradicionales de las MMA?
1. LAS MMA ESTÁN DIRIGIDAS A OBJETIVOS
Los practicantes de MMA saben para qué están entrenando. Saben lo que se necesita para ganar un combate de MMA y su entrenamiento se focaliza en ello. Como ya comenté en el podcast The Martial Map, la mayoría de artistas marciales tradicionales andan un poco confusos con sus objetivos de entrenamiento. Utilizan los términos “artes marciales”, “combate” y “defensa personal” como si fueran intercambiables, cuando en realidad representan cosas muy diferentes. El ejemplo más común de esto es confundir arte y cultura con defensa personal práctica.
También hay gente dentro de las MMA desorientada sobre el asunto. He tenido conversaciones con practicantes que creen que las MMA son la respuesta definitiva de la defensa personal. Lo cierto es que no lo es. La defensa personal debe darle prioridad a los aspectos de seguridad más personales, enseñando maneras de escapar y huir, enseñar habilidades relacionadas con la atención, cubrir aspectos relativos a la legislación, etc.
Las MMA cubrirán muy bien la opción “no queda otro remedio que combatir” (asumiendo que se practica utilizando dichas habilidades para facilitar la huida en vez de siempre combatir hasta finalizar), pero sería un gran error reducir la defensa personal a eso e ignorar los elementos de seguridad personal más importantes.
Dicho todo esto, creo que es justo decir que los practicantes de MMA en general no están tan confundidos como sí tienden a estarlo los artistas marciales tradicionales.
En líneas generales, los practicantes de MMA entrenan para ganar combates de MMA. Como tienen en mente un objetivo claro, su entrenamiento está muy ajustado y obtienen buenos resultados por ello.
Los practicantes de artes marciales tradicionales a menudo no tienen muy claro el porqué de su entrenamiento. Simplemente “entrenan” y todo acaba agrupado en una especie de masa homogénea sin dirección. En este sentido, los artistas marciales tradicionales necesitan saber qué métodos de entrenamiento desarrollan qué atributos, para que los elementos que entrenan puedan mejorarse siguiendo el procedimiento más eficiente. Los practicantes de MMA tienden a evitar confusiones y sus entrenamientos están más centrados en conseguir objetivos. Saben cómo aislar las capacidades a adquirir y cómo entrenarlas específicamente para mejorar.
Generalmente hablando los practicantes de MMA están más orientados hacia objetivos que sus homólogos practicantes de TMA. Eso no significa que las MMA sean mejores que las TMA, simplemente señalo que este es el primer elemento de las MMA que creo debería ser adoptado por los practicantes de artes marciales tradicionales.
La ironía del asunto es que los maestros del pasado estaban muy orientados hacia objetivos, y en este sentido emular las MMA en el fondo representa un retorno a las raíces. El problema surgió cuando las artes marciales tradicionales “perdieron de vista el balón” separando la práctica de la funcionalidad.
2. ¡LAS MMA LO TESTEAN TODO!
Conozco a muchos artistas marciales tradicionales que también lo hacen, pero sigo creyendo que es justo afirmar que hay muchos practicantes que no testean aquello que entrenan.
Los practicantes de MMA testean todo lo que hacen. No conozco a un solo practicante de MMA que no someta sus técnicas a pruebas bajo presión y ejercicios con resistencia. A través del ejercicio “vivo”, el practicante de MMA adquiere experiencia también viva. Sabe lo que funciona y lo que no. Más importante aún, la experiencia viva les ayuda a aprender por qué lo que de verdad funciona, funciona. Comprende las cosas a un nivel conceptual que permite arraigar correctamente los principios del combate.
Las técnicas con defectos inherentes no sobreviven a la experimentación, y por ello acaban siendo dejadas de lado. No tienen capacidad de respuesta. Por la rápida evolución de las MMA, lo que funcionaba hace diez años no funciona ahora. Pero los practicantes no se estancan con material desactualizado sino que se concentran en lo que se sabe que funciona bien, aquí y ahora.
¿Alguna vez has visto algo que se parezca al estándar Ippon Kumite en una confrontación real? No, yo tampoco. Si tuvieras que aplicar dichos métodos en una práctica “viva”, te darías cuenda de que sencillamente no funciona. La razón de que esos métodos persistan en algunos sectores del mundo de las artes marciales tradicionales es porque no se han sometido a experimentación. Permite a tu compañero –idealmente que no sea otro karateka- que haga lo que quiera, como si se tratara de una confrontación real, e intenta utilizar esos métodos de Ippon Kumite, a ver dónde te llevan.
Experimentar en vivo liberará a las artes marciales tradicionales de todo el equipaje innecesario arrastrado durante años. El problema es que hay demasiados artistas marciales tradicionales que no ponen a prueba lo que hacen.
Testear las cosas también conducirá a que salga a la superficie todo el buen bagaje que las artes marciales tradicionales contienen. Una de las razones por las que el Kata está tan mal interpretado es por la ausencia de experimentación. Si testamos qué métodos funcionan mejor en el caótico mundo de la confrontación a corta distancia, empezaremos a vislumbrar la relevancia que tienen los conceptos del Kata para ese entorno. Pero como la práctica de la experimentación no se da con la frecuencia que debería, se perpetúan en el tiempo las interpretaciones ineficaces del Kata. Estas imprecisas y estériles aplicaciones jamás sobrevivirían al procedimiento experimental, y desaparecerían de un día para otro. El Karate como arte marcial sólo podría salir beneficiado de ello.
Los practicantes de MMA tampoco se enredan en las extrañas discusiones teoréticas a menudo propias de las artes marciales tradicionales. El motivo es que toda teoría se somete al juicio de la práctica, y por lo tanto cada teoría se somete a un test objetivo.
Esta es otra de las razones por las que no verás a ningún practicante de MMA creer que puede dejar inconsciente a la gente sin siquiera tocarla, entre otras proezas mágicas. Si aplicas experimentación objetiva, todos esos sinsentidos fallarán el test. Por eso es tan importante hacerlo.
Por supuesto existen muchas artes marciales tradicionales que ponen a prueba su práctica, algo sobre lo que he hablado en otros artículos y podcasts. Mi DVD Kata-Based-Sparring, mi libro Bunkai-Jutsu y mi e-book Introduction to Applied Karate contienen más información de cómo aplicar la práctica “viva” y la experimentación al karate tradicional.
Antes de pasar al siguiente tema, necesito dejar claro que el tipo de prueba es de vital consideración. Lo que pasa un test en un combate de MMA puede no pasar un test en el entrenamiento de la defensa personal. Por ejemplo, un derribo bien ejecutado seguido de montada y golpeo te dará la victoria en MMA. La misma secuencia en defensa personal puede exponerte a ser apuñalado o golpeado por los cómplices de tu asaltante, poniéndote en una posición comprometida que te hará más difícil escapar.
La cuestión es que la experimentación necesita ser relevante de cara a determinados objetivos. Si estamos entrenando para la defensa personal, entonces necesitamos experimentar con armas simuladas, múltiples atacantes, tener como prioridad escapar, etc.
Los practicantes de MMA ponen a prueba lo que hacen y por ello su entrenamiento se vuelve cada vez más eficiente. Como no suficientes artistas marciales tradicionales ponen a prueba lo que hacen, las cosas se vuelven más ineficientes y los métodos ineficaces se perpetran sin desafíos. Testear debería ser una parte de la práctica tradicional –como lo es para muchos, aunque no los suficientes- y, como el punto anterior, si las artes marciales tradicionales emulan este aspecto de las MMA, se podrá regresar a la verdadera tradición, donde la funcionalidad era la preocupación principal. Esto nos conduce al tercer punto.
3. LAS MMA INNOVAN CON COMODIDAD Y NO ANTEPONEN LA 'PUREZA DEL ESTILO' A LA FUNCIONALIDAD
Una de las características propias de las “artes marciales tradicionales modernas” es que las cosas no deben cambiar nunca… ¡particularmente cuando ese cambio tiene el potencial de incrementar la eficiencia en combate!
En las artes tradicionales, la noción moderna de “mantener el estilo puro”, los dictados “semi-divinos” del maestro, o la adherencia ciega a una teoría no examinada, parecen tener más importancia que la funcionalidad.
A las MMA no les ocurre esto, como se puede ver en su rápida evolución. El valor de cualquier técnica o método de entrenamiento se determina únicamente por su valor funcional. Si se demuestra que una técnica o método de entrenamiento puede ser mejorado, los practicantes de MMA recibirán encantados esa mejora. Por el contrario, muchos tradicionalistas ven en dichas mejoras e innovaciones una forma de “blasfemia”.
Las MMA demuestran una actitud mucho más sana hacia el cambio. Si algo demuestra ser mejor, aceptan ese cambio por su valor evidente. Además acogen ese cambio como una culminación de lo que existía antes, no como un rechazo.
Por poner un ejemplo, en los primeros pasos del UFC, el Brazilian Jiu Jitsu por sí solo era básicamente lo que aseguraba la victoria. A medida que las MMA fueron avanzando eso terminó, demostrándose necesario incluir en la mochila habilidades extra. Sin embargo, no ves a practicantes de MMA despreciando las contribuciones que el BJJ hizo a este deporte. De hecho esas contribuciones son, a día de hoy, altamente apreciadas.
Tampoco vas a encontrar practicantes de MMA criticando los cambios que ha sufrido el deporte como si fueran una especie de sacrilegio. Las MMA tienen en cuenta el pasado con la finalidad de mejorar continuamente, por lo que se sabe valorar el pasado y la innovación. El trabajo de entrenadores y competidores perseguía y persigue una meta común, y eso es una parte vital en el crecimiento de las MMA.
Tristemente, y hablando a nivel general, las artes marciales tradicionales carecen de esta sana actitud. El resultado es el estancamiento de aquellos sectores que ven el desarrollo como algo negativo y destructivo.
Ninguno de los maestros del pasado era contrario al cambio y al desarrollo; de hecho, ¡así es como se crearon los “estilos”! Gichin Funakoshi escribió en su libro Karate-Do: Mi Camino que “los tiempos cambian, el mundo cambia, y obviamente las artes marciales deben cambiar también”. Es bastante triste que muchos “tradicionalistas modernos” no coincidan con él. Una vez más, lo que se considera en muchos sitios como “tradicional”, no lo es, y, paradójicamente, la actitud que las MMA tienen hacia el cambio y la innovación está más alineada con el pensamiento de los maestros del pasado.
Otra área en la que Funakoshi y sus contemporáneos estarían más cerca de las MMA que de los “tradicionalistas modernos” es el cross training. Cuando Funakoshi habla de sus dos maestros principales de Karate, decía “Tanto Azato como su amigo Itosu mostraban al menos una cualidad que los hacía especialmente grandes: no tenían celos de otros maestros. Me presentaban a instructores que conocían, animándome a aprender las técnicas en las que destacaran. Los instructores de Karate corrientes, en mi opinión, son muy recelosos de que sus pupilos entrenen bajo instructores de otras escuelas, pero esta actitud estaba lejos de la de Azato e Itosu”.
Aquí podemos ver que Funakoshi, como alumno, recibía estímulos para aprender métodos de otros instructores e incorporarlos a su Karate. No había ninguna preocupación porque se “pervirtiera el estilo”, sólo un deseo de asegurarse de que Funakoshi era expuesto a los mejores métodos ahí fuera.
Ninguno de mis entrenadores siguió el ejemplo de lo que Funakoshi llamaba “instructor de Karate corriente”. Todos me animaban a buscar fuera y, si encontraba algo de valor, convertirlo en parte de mi práctica. Por desgracia muchas personas tienen prohibido entrenar con gente fuera de su dojo o escuela, e intentar importar otros métodos es visto a menudo como una especie de traición.
Obviamente la “barra libre” tampoco es beneficiosa, sobre todo pensando en estudiantes novicios que no pueden juzgar objetivamente la validez de los métodos a los que se exponen. Sin embargo, he visto a cinturones negros tercer Dan en adelante sin actitud de buscar la excelencia ni ganas de incorporar metodologías ajenas. Si las personas no son capaces de hacer juicios de valor sólidos llegado este punto, debes cuestionar el tipo de entrenamiento que los ha conducido hasta aquí.
En las MMA es muy común para los atletas de élite buscar entrenamiento de varios especialistas para mejorar los distintos aspectos de su juego. Van a tener un entrenador de wrestling, otro de boxeo, otro de BJJ, otro de preparación física, etc. Es bien sabido que ninguna persona puede ser experto en todos los ámbitos, por lo tanto no encontrarás las mejores respuestas de todo lo que hay concentradas en un único individuo.
Los tradicionalistas a veces sostienen todo lo contrario: que una persona o sus métodos (ej.: el estilo que ha creado) es superior en todo. Esta visión está obviamente sesgada y puede ser extremadamente limitante.
En mi caso, siempre he intentado aprender lo mejor que pudieran ofrecerme todos mis instructores, y hacerlo mío… de hecho, todos mis instructores siempre me han alentado a hacer justamente eso. Ellos conocían cuáles eran sus puntos fuertes y sus egos no eran tan frágiles como para pedirme que permaneciera ciego ante sus carencias. Querían lo mejor para mí. Por eso siempre me mantendré leal y agradecido hacia ellos. Como dijo el 9º Dan Peter Consterdine, uno de mis maestros: “en cuanto pretendas construir muros entre las personas, lo primero que querrán hacer es saltarlos”.
Intento seguir este ejemplo. Yo sé mis fortalezas, mis competencias y mis carencias. Quiero que mis alumnos progresen tomando lo que pueda ofrecerles y además se embarquen en su propia búsqueda en aquellas áreas que no son mi campo. Este es el motivo por el cual mis estudiantes acuden a seminarios de otros instructores y además tenemos gente de fuera enseñando con regularidad en nuestro dojo.
Por supuesto aún me queda camino por recorrer, e intento mejorar lo que puedo de mí mismo, para honrar a mis instructores y para asegurar la mejor enseñanza para mis alumnos. Pero para muchos, mi aproximación a las cosas es vista como un rechazo al pasado más que como una culminación de ello. Soy consciente de que algunos tradicionalistas me consideran un hereje. Pero sé que muchos otros tradicionalistas sienten que lo que hago es tradicional, y me ven como un gran defensor de las artes tradicionales. Últimamente nada de eso me importa demasiado siempre y cuando sienta que sigo progresando y puedo beneficiar a los que entrenan conmigo.
Al final del manual de Kata Shito-Ryu Shuko-kai, Haru-yoshi Yamana (9º Dan y alumno de Tani, fundador del Shuko-kai), al cual tuve el placer de entrevistar para Traditional Karate Magazine y con quien he entrenado varias veces durante mis visitas a Japón, escribió: “puedo concluir, como mi honorable maestro antes que yo, que no me contento solo con enseñar; quiero que mi experiencia contribuya al estudio del Karate”. Realmente me gusta eso. Creo que todos tenemos la obligación de añadir nuestra experiencia personal al Karate –mediante el proceso Shuhari explicado en mi artículo Estilos: ¿están matando el Karate?– y no solo tomarlo como un viaje de paso sin hacer ninguna contribución por nuestra parte. Tenemos que buscar la mejor instrucción que esté en nuestra mano, convertirnos en el mejor artista marcial que podamos ser, y que nuestra contribución sea de valor para aquellos que llegan después de nosotros.
Las MMA parecen llevar esta idea de forma inherente, y por eso han evolucionado tanto; de hecho, mucho más en su corta vida que lo que muchas artes marciales tradicionales en el mismo espacio de tiempo. Hay quienes sostienen que las artes tradicionales han alcanzado la “perfección” y por ello no existe margen para evolucionar. Yo creo que esta visión está sesgada y simplemente es resultado de la falta de la experimentación que mencionábamos antes.
4. LAS MMA COMPRENDEN LA IMPORTANCIA DE LA PREPARACIÓN FÍSICA
Desde una perspectiva tanto práctica como de estilo de vida, estar en forma tiene beneficios incontestables. Obviamente la condición de los atletas de élite en MMA está fuera del alcance de los que no pueden entrenar tanto tiempo. Pero incluso los que tienen las MMA como hobby entienden la importancia de estar en buena forma. Ello se refleja en el entrenamiento, que suele incorporar un buen apartado de condicionamiento. En cambio, en muchas artes marciales tradicionales apenas se derrama una gota de sudor. Esto ni puede prepararles para la dureza de un conflicto físico, ni les aporta beneficios para su salud.
Una de las cosas que siempre me ha chocado es el valor tan bajo que se le da a las artes marciales por parte de los servicios médicos británicos. En cada revisión que me han hecho, el doctor siempre ha situado a las artes marciales por debajo del footing u otras actividades que también practico. Cuando pregunto por qué se considera que las artes marciales tienen tan pocos beneficios para la salud, normalmente me responden que es porque no elevan lo suficiente el ritmo cardíaco. ¿Qué no elevan lo suficiente el ritmo cardíaco? ¡Si a veces siento como si mi corazón fuera a salir volando de mi pecho para huir de lo que está pasando! Pero siendo francos, ese razonamiento es probablemente preciso. Para la mayoría, las artes marciales no elevan lo suficiente el ritmo cardíaco, por practicarlas de esa forma tan ligera. Es habitual ver altos grados de Karate (Danes) en baja forma. Y no estoy diciendo que los altos grados necesiten estar súper en forma, pero –asumiendo que no están enfermos, lesionados o indispuestos para entrenar– no deberían quedarse sin aliento por subir unas cuantas escaleras. Comparativamente, no ves a los practicantes de MMA tan fuera de forma con la misma frecuencia que ves a los tradicionalistas.
Tal y como lo veo, les sentaría bien a las artes marciales tradicionales emular estos aspectos de las MMA y asegurar que la preparación física y el entreno duro forman parte de la rutina.
Habiendo cubierto las áreas donde los tradicionalistas harían bien en copiar a los practicantes de MMA, deberíamos hacer una mención rápida desde la otra perspectiva.
Los practicantes nuevos de MMA en general no dedican el tiempo suficiente al perfeccionamiento técnico con el empeño que sí ponen los tradicionalistas. En las artes marciales tradicionales es habitual desde el primer día de clase promover un nivel casi obsesivo con los detalles.
Sin unos cimientos sólidos es imposible construir un edificio que llegue muy alto. Los practicantes de MMA de bajo nivel muchas veces ven su potencial limitado por haber entrenado las bases con poca calidad. Y los tradicionalistas a veces limitan su potencial por dedicar todo el tiempo a los cimientos, sin avanzar en la construcción del edificio.
Los tradicionalistas también tienden a poner mayor énfasis en la humildad y por ello no tienden tanto a los comportamientos arrogantes y agresivos que se ven en algunos gimnasios de MMA de todo el mundo. La inculcación de rasgos del carácter positivos en el entrenamiento es algo que les podría ser beneficioso.
CONCLUSIONES
Hasta ahora, en todo este artículo hemos estado hablando generalizando, y debe entenderse que la generalización nunca puede abarcar la situación real y concreta de todos los practicantes y lugares. Conozco a muchos practicantes de MMA con una técnica excepcional (buscad cualquier lucha de alto nivel) y que son personas geniales. También conozco muchos tradicionalistas con una técnica muy deficiente que son inseguros, arrogantes y de esos que se prefiere no tener cerca. Ningún punto de vista puede ser considerado como universalmente válido.
De igual modo, aunque no sean la mayoría, hay muchos tradicionalistas que sí entrenan con objetivos claros en mente, que testean su práctica, que abrazan la innovación basándose en la tradición, y que entienden la importancia de la preparación física. También hay practicantes de MMA, de todos los niveles, que tienen una técnica increíble y son muy buenas personas.
Los “estereotipos” en MMA y en artes marciales tradicionales existen por alguna razón, pero no se pueden aplicar a todo el mundo. La prueba es que los mejores ejemplos de las MMA y los mejores de las artes marciales tradicionales compartirán muchos atributos; de la misma manera, los peores ejemplos de los dos lados también. Al final, no se trata de QUÉ hacemos, sino de CÓMO lo hacemos.
Los mejores practicantes de MMA y los mejores tradicionalistas seguramente tengan mucho más en común que los mejores tradicionalistas con los peores tradicionalistas. Lo que determina ese espacio común es, como he dicho, no lo que hacemos sino cómo lo hacemos.
Muchas de las cosas buenas que hacen hoy las MMA fueron también promovidas por los maestros del pasado. Pero realmente no importa dónde está el origen de la excelencia. La práctica mejor es la práctica mejor, y en la medida en que podamos, siempre tenemos que emular la excelencia. Al taparnos los ojos ante lo que otros puntos de vista pueden ofrecernos, y lo que podríamos aprender de ellos, estamos perddiendo la oportunidad de mejorar y hacer comparaciones críticas objetivas con aquello que practicamos.
Acordaos de que Gichin Funakoshi, el padre del karate moderno, dijo que sus instructores siempre lo animaron a aprender aquello en lo que otros eran excelentes. Creo que todos debemos seguir este ejemplo. Hay tantas cosas que las MMA pueden aportar a los tradicionalistas que sería necio, incluso anti-tradicional, ignorarlo.
Elongacion Hugo Cascia Coach ¿Qué es el estiramiento? El estiramiento consiste en alargar una estructura generalmente muscular o tendinosa. Hay que diferenciar entre entre adultos y niños. Esto es especialmente importante porque durante el crecimiento se producen situaciones en las que el hueso crece rápido y la musculatura ha de adaptarse a una nueva longitud, provocándose en ocasiones situaciones de acortamiento de grupos musculares. ¿Existen diferentes tipos de ejercicios de estiramiento? Básicamente existen dos grandes tipos: El estirameinto estático: consiste en movilizar una parte del cuerpo hasta el punto en el que se nota tirantez en la zona estirada. Al mantener esta postura se estiran los elementos musculares y tendinosos provocándose de forma refleja una relajación muscular. El estiramiento dinámico: consiste en un movimiento similar pero realizado de forma rápida y con rebotes repetidos. Se utiliza para el calentamiento muscular pero es más fácil que provoque lesiones musculares y tendinosas. ¿Cómo demos realizar los estiramientos? En el niño, y especialmente en los dolores de crecimiento se recomienda el estiramiento estático de tres grandes grupos musculares, el cuádriceps en la cara anterior del muslo, los isquiotibiales en la cara posterior del muslo y el tríceps con su tendón de aquiles en la cara posterior de la pierna. Es conveniente realizarlos con el niño estirado en la cama o en el sofá y en un ambiente relajado. Debemos notar tirantez de las estructuras que estamos estirando, pero la intensidad debe estar por debajo de la aparición de dolor. Los ejercicios de estiramiento deben realizarse por la tarde-noche, durante unos diez o quince minutos. Cada movimiento puede repetirse varias veces alternando las extremidades y las posiciones de estiramiento pueden mantenerse entre 10 las primeras veces unos 10 segundos y después alargar el tiempo sin superar los 30 segundos. No se deben realizar rebotes.
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Hugo Ariel Cascia